CAMINANTE NO HAY CAMINO
Por Tony Aguilar RovirosaEl desarrollo de prospectos de la organización melenuda es ya una grata realidad…
La prueba es palpable con la novena yucateca en la LMB, convertida en una de las más exitosas de los últimos años… Al menos eso indican los logros obtenidos desde 2005, luego de iniciar en 1994 con una ilusión, con el sueño de crear su propio sistema de crecimiento de beisbolistas.
Monarcas en 2006, al año siguiente subcampeones, la campaña anterior segundos de la división, en el 2005 serios protagonistas en el grupo, pero como en el 2008, perdieron en la final de zona, curiosamente, en ambas ocasiones su victimario ha terminado la campaña con el cetro en la testa.
Pero detrás de todo esto hay una labor tremenda de la oficina, desde la directiva hasta el personal que lleva la batuta en esta misión de ir “moldeando” a los reclutas, desde su scouteo, hasta el momento que dan el “brinco” al equipo grande…
Es un proceso lento, sistematizado, que inicia con el trabajo de los jóvenes de primera firma, luego enviarlos a la Academia para “pulirlos” en sus capacidades como jugadores; entonces de acuerdo a sus avances, van siendo asignados a las diversas ligas afiliadas al circuito, para su evolución como peloteros…
En verano los más avanzados son enviados a la Norte de Sonora, una liga bastante competitiva, que tiene incluso extranjeros; mientras los que están en “3 y 2” zarpan a la Tabasqueña, los novatos emigran a Nuevo León, a la Rookie League de El Carmen, Monterrey.
Mientras se juega la Mexicana, si son requeridos y de acuerdo a los reportes, algunos de los “maduros” pueden ser llamados a la cueva, como también los lastimados o bajos en rendimiento, ser mandados a trabajar duro en su rehabilitación a las sucursales.
En el segundo tramo del año, ya en el invierno, empieza actividades la Noroeste de Nayarit, donde se envía a los “casi listos” para vestir la franela selvática, los “medianos” y “verdones” se instalan en la Academia para continuar con su desarrollo.
Lo importante de esta labor que dirige Roberto Pérez Aguilar, el Director de Desarrollo del Club, bajo las instrucciones del timonel Lino Rivera y del auspicio de la gente del pantalón largo de la organización, es precisamente lograr que se cumplan los verdaderos objetivos de las sucursales, que no son las de ganar títulos, sino de preparar a conciencia a la sangre nueva de los melenudos. Su compadre Raúl Ortega lo acompaña en ese quehacer deportivo, muchas veces frívolo e injusto porque a ellos nadie “los nota”…
Nombres de jóvenes que lógicamente en estos momentos no llamen tanto la atención, pero que son el futuro de la novena peninsular. Tal como “caminaron” por este difícil sendero jugadores como Oscar Rivera, Jesse Castillo, Oswaldo Morejón por citar algunos y sin olvidar a estelares de la liga como Alan Quintero, Juan Delgadillo, “Patoncito” Aceves, entre otros y el ligamayorista Oliver Pérez que siempre manifiesta ser orgullosamente ex melenudo.
“Se hace camino al andar…” Y las jóvenes fieras van por muy buen sendero, paulatinamente, bien organizados y guiados, completamente motivados y con la confianza y la seguridad que esa camada de “cachorros de león” que viene en camino… llegara y triunfara en el beisbol profesional… ¡Algún día!
“Caminante son tus huellas el camino y nada mas…”